jueves, 6 de enero de 2011

Revolución Naranja

El 22 de noviembre de 2004, tras las elecciones presidenciales ucranianas, miles de personas se echaron a las calles para comenzar una campaña de protestas y huelgas alegando que las elecciones que adivinaban una victoria de Viktor Yanukovich fueron fraudulentas. La protesta popular tomó forma y el apoyo se depositó sobre el líder pro-occidental Viktor Yushchenko que se había unido a la tambien opositora Yuliya Tymoshenko.

La primera vuelta de las elecciones presidenciales tuvo lugar el 31 de octubre de 2004, ganando Yushchenko por 39.87% contra el 39.32% de Yanukovych. Tras el el resultado, muy ajustado, se  fijó la segunda vuelta para el 21 de noviembre. Mientras Yushchenko veía como su rostro se desfiguraba permanentemente a causa de un intento de envenenamiento.
Inmediatamente tras la segunda vuelta la oposición denunció que la votaciones habían sido fraudulentas. Miles de personas se echaron a la calle para protestar por la inminente victoria manipulada del candidato progubernamental Yanukovych  portando lazos, telas y bufandas naranjas, el color con el que se había identificado la campaña electoral de Yushchenko. La tensión crecía por momentos y el Tribunal Supremo ucraniano decidió el 26 de diciembre anular el sufragio realizado. Se repitió la segunda vuelta y esta vez, bajo la atenta mirada de observadores internacionales que declararon la elección “justa y libre” Yuschenko se hizo con la Presidencia el 23 de enero de 2005 (52% de los votos frente al 44% de Yanukovych).

La importancia de la Revolución Naranja radica en que supuso una salida de la esfera de influencia rusa bajo la que Ucrania había estado tras su independencia en 1991 (Era una del las antiguas Repúblicas Soviéticas). Los años siguientes condujeron al país a una etapa de inestabilidad gubernamental y económica provocada en gran parte por los enfrentamientos con Rusia a causa del gas y las tanteos de que Ucrania podía entrar a formar parte de la OTAN. La popularidad y apoyo del Presidente quedó por los suelos al existir una percepción generalizada de que nada realmente había cambiado, al menos para mejor.
En enero de 2010 volvieron a convocarse elecciones. Yanukovych, el candidato “pro-ruso” volvió a intentarlo y esta vez las ganó a  Yuliya Tymoshenko, que ostentaba en aquel momento el cargo de Primer Ministro y estaba enfrentada con su antiguo aliado Yushchenko. Aunque Tymoshenko alegó que había existido fraude tras la segunda vuelta del 7 de febrero desistió unas semanas después y abandonó su cargo de Primer Ministro que estaba en ciernes de perder por una moción de censura.
Víktor Yushchenko

Maria G. Salas, 19777930, EES
fuente: http://www.sergiomontijano.com/blog/2010/05/la-revolucion-naranja/

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